Este pequeño municipio antiguamente perteneció al Estado de Jorquera, que formaba parte del marquesado de Villena. Dentro de sus principales monumentos destaca la iglesia parroquial de Santa Ana, cuya historia se remonta al siglo XVIII. Por otro lado, en la Ermita de San Isidro, podemos encontrar una composición arquitectónica moderna y arqueada.

A principios de mayo esta localidad se llena de vida gracias a sus fiestas patronales, dedicadas a la Santa Cruz. Dentro de sus principales actividades están los desfiles de carrozas, hogueras, chocolatadas, competiciones y otros actos culturales, religiosos y de ocio.

A tan solo tres kilómetros de la población podrás contemplar un pino rodeno ancestral que es testigo del paso del tiempo en este encantador pueblo con una gran historia.